Esta entrada, que constituye una evocación nostálgica de algunos recuerdos personales de la década de los 50, la dedico a mi hija Ivana, en comentario a una nota suya en Facebook, sobre el Mr. Sandman de las Chordettes.
1. Los Cuartetos Vocales en los años 50
En la década de los 50 la música vocal y con ella el predominio de la armonía sobre lo meramente melódico, enriquece la música popular. Un ejemplo paradigmático es el grupo Chordettes y su tema Mr. Sandman, de 1954, del que llegaron a vender un millón de copias. Habian sido precedidas por las Sister Andrews que hicieron sus grabaciones más conocidas en las dos décadas anteriores. Un hoy por desgracia inencontrable Cuarteto Orpheus llena los recuerdos de mi infancia, en la España de los años 50. Luego, siguieron cuartetos de voces masculinas que incorporaban una mujer, habitualmente lider del grupo, como Los Platters, conjunto negro, o posteriormente, Los Cinco Latinos.
Mr. Sandman es el equivalente germánico y anglosajón a nuestro "Hombre del saco", o "El Coco" (que se lleva a los niños que "duermen poco".)
En los 50 norteamericanos, no obstante, manteniendo el nombre de resonancias románticas e infantiles se ha desplazado dormirse uno, especialmente el niño, voluntariamente (sleeping) para conjurar la llegada del terrible "Arenero" germánico (Der Sandmann), que echa arena a los ojos de los niños despiertos, hacia un personaje que les trae un sueño (dreaming) y, en el caso de Las Chordettes, se completa el desplazamiento hacia una figura benéfica, ya que, en definitiva, lo que le piden al "hombre de Arena" (Sandman), transmutado en figura benéfica, es que las duerma trayéndoles el lindo sueño adulto (dream) de un enamorado, ya en las antípodas de de los terrores infantiles.
2. Un cuento de E.T.A Hofmann, Der Sandmann.
Imagen de Hoffmann
Hoffmann es el literato alemán romántico creador del cuento terrorífico y del personaje que describe en su relato del mismo nombre. En este cuento narra la historia del estudiante Nathaniel y el recuerdo infantil de la pérdida de su padre a manos de un siniestro personaje, el abogado Coppelius, alter ego del Arenero, que, según la niñera, era quien echaba arena a los ojos abiertos de los niños que no dormían, para sacárselos y llevarlos a la Luna, donde sus hijos, de picos curvados, se los comerían.
Nathaniel, pese a tener una bella novia, Chiara, vive atormentado por el recuerdo de sus vivencias infantiles, por haber muerto su padre a manos de tan siniestro personaje. El relato nos lo cuenta a través de tres cartas, escritas por él a su amigo Lotario, hermano de Chiara, la segunda de Chiara a a Nathaniel y la última de Nathaniel a Lotario. Esas cartas introducen el tema que se desarrolla a continuación.
La muñeca Olimpia entre Spalanzani y Coppelius |
3. Freud y la interpretación psicoanalítica de lo siniestro. Der Humheinlich 1920
Sigmund Freud |
El sorprendente libro de Masson |
Naturalmente el paso de los años ha menguado considerablemente la fascinación que sentí por Freud a mis dieciocho, cuando leí y releí sus principales escritos, pese a que simultaneara ya entonces dicha lectura, con la dura crítica del biógrafo alemán Emil Ludwig. Esta fascinación ha ido siendo substituida por una actitud crítica más cercana a la interpretación contemporanea de los mismos, por los intelectuales de la derecha. Entre ellos destacaría a Eysenk con su "Decadencia y Caida del Imperio Freudiano" y al sorprendente analista Jeffrey Mousaieff Masson con su "El Asalto a la Verdad que explica cómo Freud se apartó de su primera hipótesis, que concedía crédito a los relatos de sus pacientes femeninas, enfermas porque habían sido acosadas sexualmente en su infancia, por algún pariente cercano, (contrariamente a lo que solían hacer sus colegas) y terminó desviándose de dicha interpretación por la de una fantasía bajo la presión del complejo de Edipo femenino, que desea al padre solo para si y fantasea con "quitárselo a la madre" Este cambio que invierte totalmente la explicación, la llevó a cabo, según parece, bajo la influencia de uno de sus amigos más íntimos Wilhelm Fliess en cuya correspondencia se han encontrado las dudas y vacilaciones que le confiara su amigo Freud al inicio de la elaboración de su teoría.
¡"E pur si mouve ..."! Pese a todo sigue siendo un placer la lectura de Freud, directamente en sus obras.
Un aspecto que me ha aportado la relectura de este ensayo del maestro, es que aborda, de manera tangencial y como de pasada, un tema que fué tratado luego extensamente por Carl Gustav Jung: La sincronicidad; por el que, años atrás me interesé a través de un libro de Arthur Koestler mucho menos conocido que su famosa novela "Darkness at Noon. o sus sensacionales Memorias. Aunque tengo ambas obras en mi biblioteca, debo buscar a fondo para que aparezcan a la luz, a fin de comprobar quien fué realmente el padre de la idea.
En los últimos años de su asociación, Powell se interesó en lo que él llamó "una película compuesta", un matrimonio de imagen y música operística. El final de Narciso Negro y el célebre ballet "secuencia", de Las Zapatillas Rojas, son incursiones anteriores para lograr su objetivo. La película es muy apreciada por su diseño de producción y la cinematografía.
Cada historia está marcada por sus colores primarios individuales que denotan el tema respectivo. El "Cuento de Olympia", ambientado en París, tiene contornos amarillos destacando el carácter absurdo y el tono del primer acto. El "Cuento de Giuletta" es una pintura infernal de Venecia , con utilización de colores oscuros, especialmente el rojo.El cuento final, ambientado en Grecia, usa diferentes tonos de azul, en alusión a su carácter triste. La puesta en escena se muestra deliberadamente artificial y estilizada. La escena inicial de la "Historia de Giuletta" (donde Giuletta interpreta la "Barcarola", el famoso tema de la ópera) se pone en escena en una góndola veneciana que se mueve a través de canales artificiales de manera deliberadamente irreal.
Un aspecto que me ha aportado la relectura de este ensayo del maestro, es que aborda, de manera tangencial y como de pasada, un tema que fué tratado luego extensamente por Carl Gustav Jung: La sincronicidad; por el que, años atrás me interesé a través de un libro de Arthur Koestler mucho menos conocido que su famosa novela "Darkness at Noon. o sus sensacionales Memorias. Aunque tengo ambas obras en mi biblioteca, debo buscar a fondo para que aparezcan a la luz, a fin de comprobar quien fué realmente el padre de la idea.
4. Una película excepcional. Los Cuentos de Hoffmann 1951
En Barcelona se estrenó en 1955, el mismo año en que el Festival de Bayreuth recaló en nuestra ciudad de la mano de Wieland y Wolfgang Wagner, nietos del compositor, y ambos eventos están unidos de manera muy especial a mis recuerdos infantiles. Tenía yo entonces once añós. La película inglesa, basada en la ópera de Offenbach, obra del equipo de dirección y producción formado por Michael Powell y Erick Pressburguer, incluía grandes novedades técnicas que causaron asombro en la época, apoyadas en dibujos, decorado y cortinajes; contó con la participación de la extraordinaria bailarina y actriz Moira Shearer, escocesa pelirroja de mítica belleza, que hace una interpretación preciosa de la muñeca Olympia, y en el papel del enamorado estudiante Hoffmann-Nathaniel, maravillosamente interpretado por el actor Robert Rounseville, cuyo trágico enamoramiento le impide ver aquello que los demás, incluido su amigo Nicklaus, interpretado por la actriz Pamela Brown, ven claramente y así, ser manipulado por el siniestro duo que componen el físico Spalanzani y el óptico Coppelius, que no es otro que el abogado Coppelius del cuento de Hoffmann, el siniestro Sandmann, el espantoso Arenero.La actriz Moira Shearer. La fotografía destaca su bella tonalidad de piel y cabello |
Cada historia está marcada por sus colores primarios individuales que denotan el tema respectivo. El "Cuento de Olympia", ambientado en París, tiene contornos amarillos destacando el carácter absurdo y el tono del primer acto. El "Cuento de Giuletta" es una pintura infernal de Venecia , con utilización de colores oscuros, especialmente el rojo.El cuento final, ambientado en Grecia, usa diferentes tonos de azul, en alusión a su carácter triste. La puesta en escena se muestra deliberadamente artificial y estilizada. La escena inicial de la "Historia de Giuletta" (donde Giuletta interpreta la "Barcarola", el famoso tema de la ópera) se pone en escena en una góndola veneciana que se mueve a través de canales artificiales de manera deliberadamente irreal.
5. Vértigo de Alfred Hitchcock,1958. Un monumento al "amour fou"
Amor constante, más allá de la muerte (F. de Quevedo)
...Medulas que han gloriosamente ardido,
su cuerpo dejarán, no su cuidado;
polvo serán, mas polvo enamorado
Francisco de Quevedo
El film es, sin duda, la más bella historia de amor rodada por Hitchcok. La bellísima Kim Novak, actriz rubia, como prefería para sus películas el director inglés al resto de tipos de belleza femenina, aparece en ella desde los primeros momentos como una diosa, en una preciosa escena que la envuelve y mima con una iluminación y unos decorados perfectos. . El protagonista, Scottie, interpretado por Stewart Granger, un detective que convalece del accidente sufrido durante la persecución de un delincuente, al que un viejo amigo encarga que vigile los movimientos de su mujer, Madeleine, se enamora desde el primer momento de ella y su pasión va "in crescendo" durante todo el film, constituyendo un paradigma de "amour fou". Un amor incondicional más allá de la realidad, e incluso de la muerte, de tal manera que cuando la cree fallecida, el hundimiento moral que le provoca su pérdida le lleva a un sanatorio en un estado lamentable.
Primera aparición de Madeleine
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En todo momento la partitura genial de Bernard Herrmann, de una expresividad y calidad sinfónica extraordinarias, constituye el elemento imprescindible que enfatiza las emociones que el film pone de manifiesto. Por otro lado, en el aspecto de la imagen, las tonalidades verdosas y rojizas que en momentos clave emplea el fotógrafo Robert Burkes, subrayan los estados anímicos del protagonista, de enorme riqueza. La belleza de Kim Novak está en su punto más alto cuando interpreta esta película. Su encanto, juventud y enorme atractivo son uno de los grandes alicientes del film. Las diferencias de peso que tanto irritaron a Hitchcock no hacen sino remarcar y enriquecer su enorme atractivo. En la escena en que aparece más delgada, en la habitación de Scottie, después que éste la salve de ahogarse en la Bahía de San Francisco, dando a entender que ha tenido que desnudarla para meterla en cama y que sus ropas se secaran, su encanto y belleza constituyen uno de los climax de la película
La Escena en el bosque de las sequoias, donde la sensación de misterio se incrementa con el recurso de que las palabras que ella pronuncia ella lleguen al oido del espectador por el canal izquierdo, termina con uno de los besos más hermosos de la historia del cine, acompañado de la música de Herrmann con el mar batiendo al fondo, lleva la emoción a un climax. Por cierto el lindo peinado de Novak tiene el moño con giro levógiro, es decir "a siniestras"
Voy a terminar esta disgresión sobre la proximidad de estos sentimientos y el recuerdo nostálgico de una década comentando brevemente este ensayo de Eugenio Trías, catedrático de Historia de las Ideas en la Universidad Pompeu Fabra, libro que en su momento leí con gran placer y se convirtió, como los anteriormente citados en obra de gozosa relectura.
El ensayo discurre sobre el concepto kantiano de lo bello y sublime, el freudiano de lo siniestro en el cuento de Hoffmann, la pintura renacentista de la Academia Florentina y neoplatonismo de la misma. el film Vértigo de Hitchcock y la relación de Freud con la tragedia griega.
Al film de Hitchcock dedica la tercera de las cinco partes del libro y, ya en la introducción pone de manifiesto que su objetivo va más allá y la tesis que expone es que el cine como arte actual por excelencia gravita en torno a la categoría de lo siniestro y logra desprender del trabajo de la misma, el efecto de belleza.
Respecto del filme de Hitdhdok, destaca la atracción del vacio que se abre sobre el protagonista en el inicio galopante del film, que le causará la acrofobia, clave en el desarrollo de la película, ya que, conocida esta debilidad por su amigo, da la seguridad a éste de que no llegará a tiempo para salvar a Madelaine y él podrá darle el cambiazo que hará creer a Scottie que ella ha muerto.
Esta tercera parte del libro lleva por título "El Abismo que sube y se desborda" en alusión a las palabras del profeta Ezequiel a quien, contrariamente a como hizo Voltaire, toma totalmente en serio:
Siguiendo con la parte tercera donde analiza el film señala que Scottie:
"es un individuo torcido y gafe (otra forma de referirse a lo siniestro) que produce, en razón a su acrofobia, caidas al abismo de aquellos a quienes ama o con quien está directamente asociado" el policía, su amiga Michi y hasta la propia Madeleine.
En general, Trias es un pensador muy centrado en el aspecto estético, que ha dado clases en la Escuela de Arquitectos, con un profundo conocimiento de las técnicas cinematográficas, así como una destacada componente filosófica y pretende, según dice, más un juicio sobre el cine en general,que sobre esta película en particular, no obstante, a mi modo de ver, la atracción que siente por ella y por Hitchcock como director de cine, hace que no se refiera en este análisis a ninguna otra película en apoyo de su tesis, más que a Psicosis también de Hitchcok, de la que destaca las similitudes con Vértigo del plano del ojo de Janet Leigh en la bañera y los remolinos que forma el agua del desagüe de la misma, mezclada con la sangre de la infortunada protagonista y del moño de la "madre" del personaje interpretadi por Anthony Perkins.
En todo momento la partitura genial de Bernard Herrmann, de una expresividad y calidad sinfónica extraordinarias, constituye el elemento imprescindible que enfatiza las emociones que el film pone de manifiesto. Por otro lado, en el aspecto de la imagen, las tonalidades verdosas y rojizas que en momentos clave emplea el fotógrafo Robert Burkes, subrayan los estados anímicos del protagonista, de enorme riqueza. La belleza de Kim Novak está en su punto más alto cuando interpreta esta película. Su encanto, juventud y enorme atractivo son uno de los grandes alicientes del film. Las diferencias de peso que tanto irritaron a Hitchcock no hacen sino remarcar y enriquecer su enorme atractivo. En la escena en que aparece más delgada, en la habitación de Scottie, después que éste la salve de ahogarse en la Bahía de San Francisco, dando a entender que ha tenido que desnudarla para meterla en cama y que sus ropas se secaran, su encanto y belleza constituyen uno de los climax de la película
Madeleine en casa de Scottie. La escena con más carga erótica del film.
Algunos detalles de lenguaje cinematográfico resultan enormemente sutiles, como el reflejo de Kim Novak en el espejo de la floristería de la calle Claude Lane, o la carta que empieza a escribir a Scotty y termina por romper, en su reencuentro con éste, donde se pone de manifiesto que es zurda. El primer recurso, como Madeleine, es una manera de indicar que está fingiendo y el segundo como Judy anuncia la aparición de lo siniestro que irá creciendo hasta la última escena del film, que termina con la muerte, esta vez real, de la protagonista propiciada por el propio Scottie.
Primer beso de Madelaine y Scottir
Que Hitchcock logró hacer de esta película una auténtica obra de arte es algo que se advierte desde el la presentación, que es, por si sola, de una expresividad plástica genial. De una novela de dudosa calidad y argumento endeble, que solo tomó como pretexto para hacer una gran historia de amor, y eso lo logró al dar prioridad,por vez primera en su filmografía, al análisis emocinal de este sentimiento sobre el aspecto de intriga.
6. Eugenio Trias y su ensayo "Lo Bello y lo Siniestro"
Voy a terminar esta disgresión sobre la proximidad de estos sentimientos y el recuerdo nostálgico de una década comentando brevemente este ensayo de Eugenio Trías, catedrático de Historia de las Ideas en la Universidad Pompeu Fabra, libro que en su momento leí con gran placer y se convirtió, como los anteriormente citados en obra de gozosa relectura.
El ensayo discurre sobre el concepto kantiano de lo bello y sublime, el freudiano de lo siniestro en el cuento de Hoffmann, la pintura renacentista de la Academia Florentina y neoplatonismo de la misma. el film Vértigo de Hitchcock y la relación de Freud con la tragedia griega.
Al film de Hitchcock dedica la tercera de las cinco partes del libro y, ya en la introducción pone de manifiesto que su objetivo va más allá y la tesis que expone es que el cine como arte actual por excelencia gravita en torno a la categoría de lo siniestro y logra desprender del trabajo de la misma, el efecto de belleza.
Respecto del filme de Hitdhdok, destaca la atracción del vacio que se abre sobre el protagonista en el inicio galopante del film, que le causará la acrofobia, clave en el desarrollo de la película, ya que, conocida esta debilidad por su amigo, da la seguridad a éste de que no llegará a tiempo para salvar a Madelaine y él podrá darle el cambiazo que hará creer a Scottie que ella ha muerto.
Esta tercera parte del libro lleva por título "El Abismo que sube y se desborda" en alusión a las palabras del profeta Ezequiel a quien, contrariamente a como hizo Voltaire, toma totalmente en serio:
"Haré subir sobre tí el abismo y las muchas aguas te cubrirán
y te haré descender con los que descienden al sepulcro"
En el momento en que Scottie mira hacia el abismo con sus ojos aterrados fuera de las órbitas descubre, de reojo (el protagonista pasa según Trias la mayor parte de la película mirando de reojo) algo que teme ver y, a la vez, le fascina: El abismo profundo, rostro de Madeleine mediante un procedimiento técnico muy descrito que consigue:
"la más impresionante imagen que ha dado el cine sobre la sensación subjetiva de terror"
"El ojo registra esta subida del abismo, previa al descenso al sepulcro.
"Toda la película se juega en el arco tendido sobre el abismo por dos ojos que se desvian de su trayectoria, que miran a los ojos sin dejar de mirar de reojo, hacia abajo, hacia el abismo, Scottie, hacia arriba, hacia la torre, Madelaine"
El análisis que lleva a cabo Trias es realmente magistral, y destaca con extraordinaria sensibilidad el análisis de los distintos planos cinematográficos y su sentido, la forma y el contenido, poniendo el acento en la visión subjetiva y objetiva que considera clave para la comprensión del film.
En la primera parte que discurre sobre el concepto de lo bello y lo sublime en Kant y lo siniestro en Freud inicia su discurso con dos frases de Rilke y Schelling, verdaderos hallazgos para la introducción del tema:
"Lo bello es el comienzo de lo terrible que aun podemos soportar" (Rainer María Rilke)
"Lo Siniestro es aquello que, debiendo permaner oculto, se ha revelado" (Schelling)
"es un individuo torcido y gafe (otra forma de referirse a lo siniestro) que produce, en razón a su acrofobia, caidas al abismo de aquellos a quienes ama o con quien está directamente asociado" el policía, su amiga Michi y hasta la propia Madeleine.
En general, Trias es un pensador muy centrado en el aspecto estético, que ha dado clases en la Escuela de Arquitectos, con un profundo conocimiento de las técnicas cinematográficas, así como una destacada componente filosófica y pretende, según dice, más un juicio sobre el cine en general,que sobre esta película en particular, no obstante, a mi modo de ver, la atracción que siente por ella y por Hitchcock como director de cine, hace que no se refiera en este análisis a ninguna otra película en apoyo de su tesis, más que a Psicosis también de Hitchcok, de la que destaca las similitudes con Vértigo del plano del ojo de Janet Leigh en la bañera y los remolinos que forma el agua del desagüe de la misma, mezclada con la sangre de la infortunada protagonista y del moño de la "madre" del personaje interpretadi por Anthony Perkins.
La transformacion de Judith en Madelaine y el tema de amo
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