miércoles, 30 de noviembre de 2011

VIVIR PARA VER (ME "HACKEAN" LA WEB)

Anteayer tuve una desagradable e irritante sorpresa. Al intentar acceder a mi página web, vi que había sido hacheada, y ofrecía el lamentable aspecto que sigue:

Ese aspecto visual de que dejo constancia, se complementaba con los desagradables canturreos que suelen acompañar ese tipo de mensajes  y que, por un elemental sentido del buen gusto,  omito reproducir aquí.

Sé  que no he sido el único que ha recibido este tipo de ataque, ni seré el último.
Sin embargo, creo  importante destacar, que una de las principales razones que motivan la actuación de los ‘hackers’ es el hecho épico, cosa que no tiene el menor sentido en este caso.

Esto me lleva a pensar que el objetivo es exclusivamente propagandístico, con el fin de divulgar su mensaje lo más ampliamente posible.

¡Caramba! ¡Vaya personajes! Además de actuar de forma punible, lo hacen a costa del bolsillo ajeno. El desmesurado  ancho de banda consumido en pocos días no deja lugar a dudas en este sentido. 

Me considero una persona amante de la libertad, tolerante con las opiniones ajenas.  pero me sublevo ante la actuación de individuos extremistas que aprovechan la menor ocasión para, de manera  delictiva, hacer llegar su mensaje trasnochado al resto de mortales. Ante la triste perspectiva de, no solo perder mi página, sino contribuir pagando de mi erosoniado bolsillo semejante basura, hube  que desenpolvar la caja de herramientas, cosa que hice  "con la amable colaboración de mi cuñado" , machacando la página y  subiendo la mía de nuevo a mi dominio que ya ha recuperado su aspecto habitual como puede verse a continuación:

Epílogo:

 Ayer, mientras estaba al teclado,  oí  por TV, que tan apenas veo ni escucho,  excepto a la hora de las noticias,  que en una ciudad europea, de cuyo nombre prefiero no acordarme,  y  nada menos que en un colegio,  se había decidido no  celebrar la próxima Navidad  para no “ofender” los sentimientos religiosos islámicos. Ante tan estúpida y suicida conducta he decidido  recuperar de mi biblioteca los dos últimos libros que escribió la periodista Oriana Fallaci a raíz del ataque a las torres gemelas. neoyorkinas, libros  que tantos dolores de cabeza le acarrearon en sus últimos días.